LA REINA DEL DESASTRE | Cuando Murphy es quien hace los planes


El título de este mensaje quizás pueda sonar un poco raro, pero es completamente cierto, y es probable que a ti también te suceda: Hacemos planes, pero luego algo pasa y nos toca seguir el camino a fuerza de instinto e improvisación.

¿Y por qué quise hablarte de eso? Pues, porque después de escribir Miss Fatality quise continuar su historia, escribir una secuela; pero en lugar de eso Murphy tomó el control, aparecieron nuevos personajes, y nació La Reina del Desastre.

Un dato curioso: Inmediatamente después de terminar Miss Fatality, mientras la historia aún estaba fresca en mi mente, empecé a hacer apuntes para seguir escribiendo sobre esos personajes. De hecho, todavía conservo varios capítulos que escribí y que luego terminaron llegando a nada. 


En ese momento yo estaba escribiendo otra novela (una con vampiros, por cierto) y la idea de la secuela fue quedándose en el cajón "hasta que llegara el momento correcto". Había un plan, tenía claro el principio y el final de la historia... pero esa es la cuestión con los planes, tú los haces y luego el universo se echa unas buenas risas a tu costa.

Yo llegué a esa conclusión en el verano del 2016 cuando (finalmente) desempolvé mis notas para continuar escribiendo sobre Elena y Daniel, pues cada vez que me sentaba en mi habitación a "conversar" con los personajes aparecía el soundtrack del apocalipsis, cortesía de mi vecina. 

Este molesto hábito suyo me sacó de mi lugar feliz, y por varias semanas no hacía más que quejarme por la música. En octubre de ese año me mudé de ciudad, y empezar de nuevo en otro lugar supuso una nueva pausa para este nuevo libro, pero fue durante mis salidas para explorar los alrededores y familiarizarme con mi entorno que empecé a conectar con Melina. 

Y sí, también con Samuel.

Me gustaría decir que esos fueron los únicos tropiezos durante esa aventura, pero no fue así; sin embargo, estaba tan inspirada y emocionada por contar la historia de estos personajes que usé toda esa frustración como combustible. Escribía en mi laptop, y cuando ese plan fallaba usaba mi teléfono, me dejaba notas de voz, apuntaba en mi libreta... en fin, estaba rodeada de Melina y Samuel a todas horas (sí, como dice la letra de esa jodida canción que mi vecina solía poner a sonar hasta bien entrada la madrugada). Y en octubre de 2017 la historia (una que está en mi top 5 de novelas favoritas) estuvo lista para ser publicada. 

¿Te animas a descubrirla?


 

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