LIBROS | Un rompecabezas llamado Cartas Amarillas


Ayer pensaba, y reflexionaba, sobre el paso del tiempo. Exactamente un año antes celebraba una, un 12 de octubre, estaba sentada en mi oficina mirando el panel de control de Amazon y cómo el estatus de cierto libro llamado CARTAS AMARILLAS dejaba de indicar que estaba EN PREVENTA para decir que ahora estaba DISPONIBLE. Ese día no hubo una gran fiesta para marcar el día, solo una cita para tomar café en uno de mis sitios favoritos, un chocolate y mucho silencio. Ese día cerraba los ojos y lanzaba una plegaria silenciosa al universo, pues después de 7 años publicando me había atrevido a saltar más allá de la etiqueta escritora de novela romántica para hacer algo distinto: escribir suspenso.

No sé si a otros autores les pasa igual, pero yo siento cada libro como una carta de amor. A la historia, que te estuvo cortejando por algún tiempo hasta convencerte de contarla; a los personajes, a quienes moldeas y terminas sintiendo como tus hijos; a los lectores que te acompañan título tras título…, pero esta carta…, esta era para mí.

Para el tiempo en que esta historia empezó a rondar mi mente, y esta es una anécdota que he contado antes a mis lectores y en entrevistas, yo estaba trabajando en QUÍMICA PERFECTA (un día te hablaré de este libro, te lo prometo). Ya había terminado mi fase de documentación, acudí a cursos de bartender, tenía un esquema general de la historia y varios capítulos se completaron; pero llegué a ese punto en el que normalmente dudo si la novela va a ser un éxito o si tengo que echar el borrador a la basura y empezar de nuevo. Me estanqué, y la sensación de inseguridad era terrible.

Pero entonces pasó algo. Una idea. Un sueño de esos que se siente como si estuvieras viendo una película. Entonces tenía algo en lo que ocupar mi mente. Me dije que solo sería una distracción, un plan para resetear mi mente y reconectar con el romance; pero esta experiencia terminó convirtiéndose en algo más. Así, que, esta novela fue mi pequeño acto impulsivo, mi rebelión contra las etiquetas, mi escape, mi refugio, mi carta de amor para mí misma. Ese "dale, que tú puedes" que me repetí durante dos meses hasta escribir la palabra FIN.

 

Amor a primera escena

  El suspenso es uno de mis géneros favoritos para leer, y eso es algo que debes saber sobre mí ahora. Desde que era muy joven, y no es que sea muy mayor ahora, me apasionaba la idea de seguir pistas y descubrir secretos, la tensión y la sorpresa cuando la trama se revela. Yo me sentía como una detective resolviendo un caso, que era una sensación similar a la de estar frente a una película de misterio o en la que se desentrañaba alguna teoría de conspiración.

 Mi vena detectivesca viene, en parte, heredada de mi papá quien además de ser fan del género, trabajó por muchos años en la policía científica. Uno de mis recuerdos favoritos era sentarme con él a discutir programas y libros, tanto de ficción como de True Crime, porque siempre tenía algo interesante que decir sobre los procedimientos o la lógica detrás de ciertas escenas. Y obviamente también apuntaba los errores con el característico cómo se nota que no investigaron nada.

 Sin embargo, a pesar de todos estos pequeños datos sobre mí, yo me limitaba a leer suspenso; no a escribirlo. Cuando tienes a Michael Connelly, James Patterson, David Baldacci, Melinda Leigh, entre otros autores en tu mesa de noche, es inevitable darle vueltas a aquel “¿y si no doy la talla?” o al “pero yo escribo romántica, ¡escribir suspenso es una bestia totalmente distinta!” que forman parte de nuestro siempre presente pero detestado síndrome del impostor.

 Una de las cosas que me animó a empezar con CARTAS AMARILLAS fue esa primera escena que vino a mi mente. Un adolescente malhumorado estaba en una sala de interrogatorios frente a un detective. Su expresión era severa, su apariencia descuidada; tenía tatuajes y mala actitud, pero sus ojos decían algo totalmente distinto a lo que gritaba su postura. Ese chico tenía miedo, estaba triste…, y yo empecé a preguntarme ¿por qué?

Ese vistazo al interior del personaje, Thomas, fue mi primer coqueteo con el proceso de escribir suspenso. Me mentí diciendo que, como se trataba de personajes jóvenes, terminaría siendo algo sencillo; pero hay personajes que sorprenden, y ciertamente los de esta novela tenían varias cosas preparadas para mí.   

 

"Todas las personas guardan secretos. Algunos son inofensivos. Una omisión que se convirtió en una mentira, hasta que fue cobrando peso en la consciencia y transformándose en algo más. Algunos secretos son más oscuros, retorcidos y peligrosos. Todavía no sabía en qué categoría colocarla a ella, pero supongo que tampoco debería echarle la culpa. Al fin y al cabo Liv no era la única que ocultaba cosas. Yo también lo hago."

 

Todo es cuestión de percepción

Una de las constantes en CARTAS AMARILLAS es ese juego de pretensión y percepción que hace tan interesante un misterio: algunas cosas parecen ser de una forma, y terminan siendo de otras. Pero así como es de interesante al leer, es bastante complicado de plasmar efectivamente en la historia. Especialmente para novatos en el género como yo. Conocer demasiado a los personajes a veces puede llevarte a decir demasiado, y si no los conoces bien te vas a quedar corto cuando conduzcas al lector por la trama. Dosificar las pistas, anticipar sin revelar demasiado, sembrar las dudas, mantener el interés…, esos eran mis retos diarios.

Hoy, un año después de publicar esta novela, sigo dándole vueltas al misterioso y complicado mundo de los adolescentes que conocí en CARTAS AMARILLAS, a sus palabras, a sus acciones y decisiones. ¿Cambiaría hoy algo sobre ellos? Pues la verdad es que no.

Puedo decir, objetivamente, que esta novela es uno de mis proyectos favoritos. Sigo escribiendo romance, claro, pero la posibilidad de volver a escribir suspenso (que es justamente lo que hago en este momento, por cierto) ya no suena a experiencia terrorífica sino a una aventura emocionante.

 

Feliz aniversario, CARTAS AMARILLAS

En días pasados me tomé el atrevimiento de actualizar los archivos de CARTAS AMARILLAS en Amazon, donde ha estado publicada desde hace un año, para añadir un fragmento de CÓDIGO MORTAL (mi siguiente experimento como escritora de suspenso); y en anticipación a su primer cumpleaños programé una pequeña oferta para presentar el eBook a nuevos lectores.

Esta mañana me encontré mi eBook circulando en el top de libros más vendidos en FICCIÓN MISTERIO Y THRILLER PARA JÓVENES y en la categoría NOVELAS DE MISTERIO Y ROMANCE PARA JÓVENES. 

Que estas cosas sigan pasando después de un año siempre se agradece, así que GRACIAS desde el fondo de mi corazón.

 

¿Aún no conoces esta novela? ¿Quieres saber de qué se trata?

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mybook.to/CartasAmarillas

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