OPINIÓN | ¿Por qué seguimos leyendo a Jane Austen?


Hace poco terminaba un curso en línea, y en una de las sesiones nos propusieron leer algo de Jane Austen. Las respuestas a la sugerencia fueron de lo más variadas, pero la vibra general del grupo fue entusiasta. Eso me llevó a pensar que, muy en el fondo, somos una sociedad romántica. 

¿Drama, romance, intensidad? Obviamente todo eso tiene su atractivo, y las novelas de Jane Austen en particular juegan con el papel de "la razón" dentro del conflicto romántico, colocándola a la par de afecto y el amor en cuanto a nivel de importancia (pero, ojo, esto es una opinión personal). 

En una de mis novelas favoritas suyas, por ejemplo, ella muestra que el amor inicia con respeto por el carácter de la persona, y que puede crecer o morir conforme nuestro juicio respecto a esa persona cambia (cuando lo conocemos mejor y nos conquista, o cuando hace algo terriblemente estúpido o egoísta y nos decepciona). Pero antes de seguir hablando de las novelas de Jane Austen, vamos a conocer un poco más sobre ella, ¿les parece?

¿Quién es Jane Austen?

Jane Austen fue una novelista británica que vivió durante la época georgiana. Sus obras están salpicadas de ironía y comicidad, mientras retrata con candidez la vida de las familias en su tiempo. Las novelas de Jane Austen son consideradas entre los clásicos de la literatura, y en la actualidad su atractivo va mucho más allá del mero interés académico.

Jane nació en la rectoría de Steventon (Hampshire). Su familia pertenecía a la burguesía agraria, contexto que representó repetidas veces en sus obras, que tienden a girar en torno al matrimonio de su protagonista. Ella era la séptima de ocho hijos, y es sabido que su familia fue la primera y más entusiasta audiencia de su trabajo.

Los círculos académicos siempre han considerado a Austen como una escritora conservadora, mientras que la crítica feminista más actual apunta que en su obra puede apreciarse una novelización del pensamiento de Mary Wollstonecraft (sí, la madre de Mary Shelley) sobre la educación de la mujer.

Jane Austen no solo se ha consolidado en la escena literaria con el pasar del tiempo, sino que además sus obras han sido llevadas al cine y la televisión en numerosas ocasiones. Algunas veces sus clásicos se han reproducido de forma fiel, y en otras se le ha dado un giro a las historias para modernizarlas y acercarlas a nuevos espectadores (como es el caso de Clueless, una adaptación de Emma). 

El interés que la obra de Jane Austen sigue despertando hoy en día y la influencia que ha tenido en la literatura habla de la vigencia de su pensamiento, por eso mi pregunta en el título de esta entrada: ¿Por qué seguimos leyendo a Jane Austen? 

Yo tengo algunas teorías, y las voy a compartir contigo ahora; y para ilustrarlas voy a usar como referencia uno de mis libros favoritos: Orgullo y Prejuicio


Como dije antes, leer algo de Jane Austen era una proposición dentro de un curso. Era una especie de lectura conjunta, pero con una moderadora que estaba apuntando objetivos académicos a la actividad, pero eso no significaba que iba a disfrutar menos la experiencia. Había pasado bastante tiempo desde la última vez que leí algo de la señorita Austen, y pues, para cumplir con el reto me lancé de cabeza a buscar mi título favorito en el que me esperaba mi querido señor Darcy. ¿Y qué fue lo primero que me encontré?

«Es verdad universalmente admitida que un soltero poseedor de una gran fortuna ha de necesitar esposa.

Aunque poco se sepa de las opiniones y sentimientos de un hombre en estas condiciones a su llegada a un vecindario cualquiera, está tan arraigada esta creencia que las familias lo considerarán, con la mayor naturalidad, como propiedad indiscutible de una u otra de sus hijas.»


Estas primeras líneas te dan una idea bastante clara de cuál es el tono de la historia y el tema, es una novela en la que (al menos) un hombre rico va a buscar esposa, PERO... ese toquecito de ironía en el segundo párrafo nos deja ver que la señorita Austen no piensa poner las cosas demasiado fáciles para nadie. 

(Y en efecto, no lo hace). 

En estas primeras primeras líneas, además, Jane Austen contrasta una "verdad universal" con la sabiduría popular, lo que obliga al lector a considerar cuidadosamente las opiniones predominantes sobre el matrimonio y la riqueza. ¿Era la norma eso de arreglar matrimonios por dinero? ¿Funcionaba? ¿Cómo iba todo el rollo? Esas son algunas preguntas que podrían surgir en el camino, y la realidad del asunto varía según cuente la historia.

Esta, en particular, se refiere a la familia Bennet. Una familia con cinco hijas, pero sin hijos para heredar la propiedad familiar. El personaje principal, Elizabeth Bennet, cree en la posibilidad de la felicidad mutua en el matrimonio, y de cierto modo desafía esa visión predominante de que el matrimonio es solo un método práctico para conseguir seguridad financiera. Pero incluso los ideales de nuestra Lizzy se pondrán a prueba a medida que se desarrolla su relación con el señor Darcy. 

No te digo más para no hacer spoilers, en cambio voy a compartir algunos datos curiosos sobre la novela.

Orgullo y Prejuicio fue originalmente titulada "Primeras Impresiones", y aunque el título cambio años después para su publicación la premisa tras la cual fue nombrada la historia se mantuvo, jugando un papel muy importante a lo largo de la novela. ¿O es que acaso esa primera impresión de Elizabeth respecto al señor Darcy no fue lo que puso en movimiento las piezas en el tablero de ajedrez? ¿ O tal vez su opinión sobre el señor Wickham no jugó un papel importante en la historia? Todo tras un breve encuentro, un breve cruce de palabras, una mirada, una reacción... Una primera impresión. 

Otro dato curioso sobre este, y otros libros de Jane Austen, es que los matrimonios felices son más bien raros; un reflejo, sin duda, de la época en la que vivió la autora. Así que si estás planeando leer esta novela deberías prepararte para sentirte al menos ligeramente frustrado cuando los protagonistas (tercos, cabezas duras, adorablemente estúpidos) anden lanzándole fuerte a la tensión en lugar de darse besitos, o hacer las paz y no la guerra, si sabes a lo que me refiero.

«Señorita Elizabeth, he luchado en vano y ya no lo soporto más. Estos últimos meses han sido un tormento. Vine a Rosings con la única idea de verla a usted. He luchado contra el sentido común, las expectativas de mi familia, su inferioridad social, mi posición y circunstancias, pero estoy dispuesto a dejarlas a un lado y pedirle que ponga fin a mi agonía.»

No, esta no es la declaración a la que Elizabeth dice que sí. ¿Y cómo podría? Si bien la escena es súper dramática y sobrecogedora, las palabras son apasionadas y los sentimientos son sinceros... ¿Quién en su sano juicio acepta a alguien que le dice "Oye, eres inferior a mí, pero estoy dispuesto a pasarlo por alto"? Pues, yo no, por muy señor Darcy, señor de Pemberley, que sea. 

Yo sé que Lizzy Bennett se ganó algunos haters cuando mandó a nuestro chico a buscar fiesta en otro vecindario, pero nadie recuerda la novela en la que el conflicto se resuelve rápido, o en la que todo es dulce como el azúcar y fantástico como los unicornios. Además, desde ese momento es que las cosas se ponen realmente buenas en esta novela, en la que Jane Austen nos demuestra (más de una vez, además) que la razón es FUNDAMENTAL en el amor romántico (¿he repetido eso muchas veces? Eso es porque el amor no es ciego, ni sordo ni mudo como Shakira, mis niños). 

¿Pero qué otra cosa nos muestra la señorita Austen? Que la razón tiene sus límites en la ecuación, y que hay otras cosas igualmente importantes, como la espontaneidad, el amor propio y la confianza, que son indispensables cuando te echas en carrera a perseguir la felicidad.
«Mi afecto y mis deseos no han cambiado, pero una sola palabra suya me silenciará para siempre. Sin embargo, si sus sentimientos han cambiado, debo decirle que ha embrujado usted mi cuerpo y mi alma y que la amo, la amo y la amo y que ya nada podrá separarme de usted.»


Alerta de spoilers: 

La historia tiene final feliz, ¡¡así que vayan y lean!!

Comentarios

  1. Espero en algún momento leer orgullo y prejuicio

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    1. Es una novela muy bonita! Si tienes oportunidad de leerla, ¡hazlo! :)

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  2. Espero en algún momento leer orgullo y prejuicio

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  3. Yo la leí despues de ver la película y me sorprendí de la vigencia del pensamiento. Tambien habló mucho de la familia y la crianza de los hijos, temas que me parecieron muy interesantes

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    1. Sí! Totalmente! Es una de esas historias qué (en mi humilde opinión) siempre estará vigente porque nunca dejaremos de identificarnos con el dilema de la seguridad económica vs. la pasión del momento, por ejemplo; o qué papel juega tu familia en tu plan de "felicidad a largo plazo". Tampoco vamos a dejar de preguntarnos (cuando conocemos a alguien) si es tal como vemos, o si hay algo más; si hemos sido dur@s al juzgar a alguien... Cosas así 😉

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