El extraño mundo de Murphy

Algunas de las preguntas que he escuchado o leído con más frecuencia desde que empecé esta andadura en el mundo de las letras es en qué me inspiré para crear la serie Víctimas de Murphy, si existen personas como las que describo en los libros en algún lugar, o si yo tengo tan mala suerte como las protagonistas de las historias. A lo largo de los últimos años he escuchado diferentes versiones de esas interrogantes, y no importa cuánto tiempo pase, o cuántos libros lleve (hasta ahora son 5 novelas y 2 relatos), ESAS preguntas nunca fallan en llevarme de vuelta por el tren de los recuerdos; al inicio mismo de este viaje en el que, por accidente, escribí una comedia romántica.


El nacimiento de Miss Fatality

¿Quieres que te diga algo? Me habría encantado que alguien, cuando empecé a escribir Miss Fatality en algún punto del año 2011 me hubiese dicho que apuntara la fecha en algún lado. Como habrás imaginado, no lo hice, pero recuerdo algunas otras cosas sobre esa época.

Recuerdo, por ejemplo, que recientemente había perdido mi trabajo. Uno al que amaba mucho al principio, pero del que poco a poco me fui desencantando (ya saben, como cuando sales con alguien y empiezan a salirle los defectos, y te das cuenta que es más el dolor de cabeza que la satisfacción); también estaba por volver a la universidad después de un (no tan) breve hiato… y mi papá había fallecido.

Otra de las cosas que recuerdo de esa época, es que vivía pegada a mi teléfono porque mis amigos estaban regados por todas partes (dentro y fuera del país) y cuando estás en una situación como la mía, en la que te han movido el tapete con la fuerza de un terremoto, te tiendes a aferrar a las cosas más random del mundo.

Así fue como, en una de esas sesiones telefónicas con una amiga (no tengo idea si Maiki llegue a leer esto alguna vez), surgió la idea de crear un personaje de ficción que me hiciera sentir que mis problemas no eran tan grandes. De modo que sí, Miss Fatality (al menos en teoría) era una sátira sobre mi vida.

 

 Una serie de eventos (no tan) desafortunados.

Entre empezar a poner las cosas sobre papel y darle forma al primer capítulo pasaron varias semanas, me atrevería a decir que pasaron incluso meses. Me estaba volviendo a acostumbrar a responder a un horario de clases y estaba buscando trabajo, pero ya había empezado a soltar de manera casual a un par de personas un “oye ¿sabes que voy a escribir un libro?”

No sé qué esperaba exactamente al decir esas palabras. Tal vez una broma a mi costa, tal vez un “estás loca, Miriam”, en lugar de eso recibí algunos “dale, yo te leo”; y al sentirme comprometida con esas personas fue como terminé sentándome frente a mi computadora a escribir aquella fatídica lista de eventos desafortunados que da inicio al primer capítulo de la novela.

Conforme pasaba el tiempo, y el rumor sobre la historia hacía las rondas entre mis conocidos, escuché de una plataforma llamada Wattpad (que estaba muy de moda en aquel entonces, por cierto). Allí colgué el primer capítulo. Y el segundo. Y todos los que siguieron hasta el final.

Semana a semana la historia fue cobrando vida propia, y las desventuras de la protagonista se transformaron en una aventura. A través de ella me permití explorar temas como la familia, la amistad, el duelo… y sí, también el romance, aunque en principio esa no fuera la idea. Lo permití porque (y esa era la razón entonces) al menos una de las dos tendría un felices por siempre ese año.

Para cuando terminé la historia de Miss Fatality estaba lejos de ser perfecta, pero yo ya no era la persona deprimida y quejumbrosa que había iniciado la travesía. Sentía que una carga se había deslizado de mis hombros, y repentinamente el horizonte estaba lleno de posibilidades.

 
 

Y así fue como Murphy llegó a Amazon

En el año 2012 Miss Fatality llegó a Amazon. Y no, tampoco recuerdo la fecha exacta. Pregúntame sobre el color de cabello que usaba en el 2007, o las letras de las canciones de Foo Fighters, pero no me pidas fechas porque te voy a quedar mal.

Desde el inicio tomé la decisión de autopublicar la historia porque, al fin y al cabo, era un chiste entre mis amigos y yo (y las personas que siguieron la novela en Wattpad). Por varias semanas, para mi sorpresa, estuvo paseándose entre las listas de libros más vendidos de humor en Amazon tanto en México como en España por varios meses, entró varias veces a las listas de novela romántica, y dos veces al TOP 100 general de la tienda. ¡Yo estaba en las nubes! ¿Cómo era posible?

Al final del 2013 recibí una propuesta editorial de un sello digital que pertenece a una cadena de librerías en España. El lanzamiento oficial sería en febrero de 2014, y por un par años estuvo Miss Fatality contagiando su humor a la gente en aquel lado del charco. Yo recuperé los derechos de la historia a mediados del 2017, cuando decidí volverla a publicar en Amazon (lugar en el que sigue comercializándose en la actualidad).

Había pasado tanto tiempo desde que escribí sobre Elena (así se llama la protagonista, en caso de que no supieras), que todas las ideas que concebí al inicio para darle continuidad a su historia ya no me atraían en lo absoluto. Sin embargo quería hacer algo para celebrar el retorno de la hija pródiga, solo que no tenía idea de qué rayos hacer.

Hasta que un día mi vecina se inició en el terrorismo musical con una canción de Chino y Nacho (un grupo de venezolanos que canta música que no me gusta), y las cosas empezaron a esclarecerse en mi cabeza.

Pero esa es una historia para otro día.

 

¿Quieres conocer la historia? 

Actualmente se encuentra disponible en Amazon en formato eBook y tapa blanda, y los suscriptores de Kindle Unlimited pueden leerla sin costo adicional al servicio. El enlace directo es este.

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